Una vez más, no pudimos resistir la tentación de entrar al Anatolia, entramos como llevadas por una fuerza sobrenatural, debe haber sido el saber que todavía podían quedar ositos que seguramente nos esperaban... pero esta vez no sólo fueron los ositos, porque ahí en medio de tanto animalito y engendro del canasto de 3x1000 estaban los chanchitos, que me miraban con sus ojitos de cerdito, cómo no traerlos... y en una magistral hazaña fueron extraídos del canastillo...Y abajo del chanchito,,, PELICULITAS,,, Ohh vacaciones por favor lleguen luego.
