lunes, 21 de febrero de 2011

Nos envolvió...

Seríamos dignos vecinos de los Buendía, incluso parientes o parte del libro. García Márquez escribe los días de esta casa, donde de pronto todo se volvió mágico y nos envolvió un tierno juego. Pasamos de una casa a otra, aramos la tierra, sembramos trigo y cuidamos animales. Los floreros están llenos de agua para que no se sequen jamás las flores que en sus tallos tienen alambres. La guagua callejea todo el día, sola eso sí, si la sacáramos nosotros pareceríamos locos. ¿Cuántos años de soledad nos tocarán?