Venditas

Compró venditas y las puso donde más le dolía

Donde más le costaba sanar

Armó una cama con flores y besó sus párpados

Hasta hacerlo dormir

Y ahora ocupa todas las habitaciones

Gastó su tiempo en canciones, lo que nunca es un gasto

Lo que nunca se llega a medir

Abrió ventanas y páginas, y regó sus mascotas

Hasta verlas reír

Y ahora ocupa todas las habitaciones

La belleza de tener solo luces en la piel

La belleza de tener…

Armó una cama con flores, le enseñó melodías

Las que más él gustó de escuchar

Trazó su plan sin que supiera, lo nombró en su sueño

Hasta verlo reír.

Y ahora ocupa todas las habitaciones

...

Amo esta canción, la escucho y me siento abrazada... El otro día fui al anfiteatro del museo de Bellas Artes con la pura intención de escucharle cantar esta canción y que bueno que la cantó.

La respuesta correcta es No

Es difícil estar segura cuando solo se especula en base a sentimientos hacia alguien que no está. Quedarse sosteniendo en el aire la última palabra que se escuchó y sobre ella construir toda una historia que por más que se arme sigue estando incompleta. Se puede mantener, pero aburre aunque llena de extrañas ilusiones y de temores. Llega el momento de dar un paso forzado por las circunstancias y todo cambia, cuando, entre helados y casitas viejas pintadas, te encuentras caminando a su lado en silencio, hablando y riendo a ratos. Cambia, porque te das cuenta de que la respuesta correcta es no, no te gusta, no se contienen, no hay vuelta, no va a existir el inicio ni el final. Llegan donde ya se separan y queda todo claro, la vida sigue, ahora tranquila con las cosas claras, esperando que alguna vez con el que se está en silencio caminando entre helados y casas viejas de colores sea otro.

Cuando te quieren mucho o ya no te quieren nada.