domingo, 12 de febrero de 2012

La escultura es otra...


Esta nueva experiencia, que a veces me eleva y otras me confunde tanto que se me oprime el pecho... Tan nuevo todo, tan lindo siempre. Entro y salgo de mi misma en segundos... No sé que esperar jamás y me asusto... Pero quiero crecer aquí, llegar un poco más lejos que en la normalidad, no sé si desde el mundo que invento o desde el que lo respiro... Quiero sentirme feliz permanentemente y no entrar cada dos días a ese lugar que parece tenebroso, donde se refleja todo en espejos que distorsionan la vida... Quiero que sea como el baile, no son solo pasos hacia delante, también los hay hacia atrás y está lleno de pausas, pero forman un todo armónico, que fluye, que tiene sentido, que calza con el olor de la música, y va siempre en una sola línea...

Que sea de Dios y no entre el desánimo...