lunes, 9 de julio de 2018

El silbato de Rose

Tenía muchas ganas de escribir, me hace falta. Escribo y es como si todos mis sentimiento aparecieran a la vez, es como una escena de naufragio, todo lo que siento sale a flote y espera ser rescatado primero. 
Ha pasado mucho tiempo, en este tiempo mucho ha cambiado. Me casé y cambió el escenario donde transcurría mi vida. Me fui a vivir al otro lado de la región, cambié mis dos trabajos por uno solo, mis oficinas donde la vida transcurría tranquila y centrada en mis labores por una mesa en una sala con más personas que las que me hubiese gustado y mis calles, las micros, la feria ya no fueron las mismas. Me costó un poco el cambio, pero ha estado bien.
Hace dos meses que me volví a cambiar de casa, a un departamento, a un lugar que me gusta más, sigo casada, sigo en el mismo trabajo. Tengo una perrita.
Hoy día tengo planes, al día de ayer le puse "El día cero", pensé que iba a ser un mejor día, terminé triste, pero abrazada. 
Espero que no pase tanto tiempo.
Quiero escribir, pero me abrumo, me atoro, no puedo.